El exceso de brillo facial es una molestia común, especialmente en personas con piel grasa. Aunque el maquillaje suele ser una solución rápida, existen formas 100% naturales para controlar ese brillo sin obstruir los poros ni dañar la piel. Aquí te mostramos cómo mantener un rostro fresco y equilibrado durante todo el día.
El agua fría es uno de los remedios más sencillos y eficaces. Ayuda a cerrar los poros, estimula la circulación y reduce la producción de grasa al momento.
Consejo: Lava tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, usando agua fría y un jabón suave de origen natural (como arcilla o avena).
Si notas que tu piel empieza a brillar a media mañana o tarde, usa un papel absorbente para eliminar el exceso de sebo sin resecar la piel. Puedes utilizar papel de arroz, papel manteca o incluso servilletas suaves sin tinta.
Presiona suavemente sobre la zona T (frente, nariz y barbilla) sin frotar para no irritar la piel ni esparcir grasa.
El vinagre de manzana es astringente y equilibrante. Ayuda a reducir el pH de la piel, controlar bacterias y minimizar el brillo. Es una alternativa económica y eficaz.
Preparación: Mezcla 1 parte de vinagre de manzana con 3 partes de agua. Aplica con un algodón por la noche después de limpiar tu rostro. Evita el contacto con los ojos.
Las mascarillas caseras ayudan a purificar los poros y equilibrar la piel. Una excelente opción para pieles brillantes es la combinación de:
Mezcla bien y aplica sobre el rostro limpio. Deja actuar por 15 minutos y retira con agua fría. Úsala una o dos veces por semana.
Evita tocar tu rostro durante el día. Las manos acumulan grasa, polvo y bacterias que al entrar en contacto con tu cara empeoran el problema. Mantén tus manos limpias y evita apoyarlas en el rostro.
Controlar el brillo facial no requiere productos caros ni maquillaje pesado. Con hábitos simples y productos naturales, puedes lucir una piel fresca, limpia y saludable todos los días.