No solo se trata de cremas o remedios externos. Tu piel refleja cómo vives. Estos hábitos diarios son clave para mantenerla saludable y luminosa de forma duradera.
Beber al menos 8 vasos de agua al día mantiene la elasticidad de la piel y previene arrugas prematuras.
Durante el sueño, tu cuerpo regenera células y elimina toxinas. Intenta dormir entre 7 y 8 horas diarias.
El estrés eleva el cortisol, que puede causar acné, resequedad o enrojecimiento. Medita, respira profundo o haz ejercicio.
Evita ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas. Incluye frutas, verduras y grasas saludables.
Desmaquíllate siempre antes de dormir, cambia tus fundas de almohada seguido y no toques tu rostro con manos sucias.
Tip: La constancia es la clave. Aplica estos hábitos por al menos 21 días y empieza a notar los cambios.