Tener piel grasa puede ser un verdadero reto, especialmente cuando el brillo aparece a las pocas horas de haberte lavado la cara. Sin embargo, con una rutina adecuada y el uso de productos naturales, es posible mantener el equilibrio del sebo sin resecar ni irritar la piel. Aquí te presentamos una rutina diaria completa, diseñada especialmente para pieles grasas, con ingredientes naturales que puedes conseguir fácilmente.
La limpieza es la base de todo cuidado facial, pero si tienes piel grasa, debes evitar los productos agresivos que eliminan todo el sebo… porque eso puede hacer que la piel produzca aún más grasa como defensa.
¿Qué usar?
¿Cómo aplicarlo?
Lava tu rostro con agua tibia (ni fría ni caliente), aplica el jabón con movimientos circulares y enjuaga. Hazlo dos veces al día: mañana y noche.
Después de limpiar, los poros quedan más abiertos. Un buen tónico ayuda a cerrarlos, equilibrar el pH de la piel y reducir el exceso de brillo.
Opciones naturales de tónicos:
Uno de los mitos más comunes es que la piel grasa no necesita hidratación. ¡Falso! Si no hidratas, tu piel lo interpreta como sequedad… y produce más grasa.
Recomendaciones de hidratantes ligeros:
Recomendación: Aplica el hidratante después del tónico, con suaves masajes hacia arriba.
La exposición al sol puede agravar los problemas de grasa, causar manchas y envejecimiento prematuro. Por eso, no puede faltar el protector solar.
Qué buscar en un bloqueador solar para piel grasa:
Recomendación:Reaplica cada 3 a 4 horas si estás expuesto al sol durante mucho tiempo.
No te laves la cara más de dos veces al día. El exceso de limpieza estimula la producción de grasa y puede empeorar el problema. Además, mantén tus manos limpias y evita tocártela constantemente.
Una rutina de cuidado para piel grasa no tiene por qué estar llena de químicos ni ser costosa. Con ingredientes naturales, constancia y buenos hábitos, puedes lograr una piel equilibrada, sin brillo excesivo y con un aspecto saludable.